Autor: Harold Obando Reyes

Ahora sí podemos decir que el libro en el Perú está a un clic de distancia. Todo indica que la industria editorial se ha tomado en serio la venta online de libros. Basta con navegar por las páginas webs de las principales librerías y fondos editoriales —Crisol, Communitas, SUR, SBS, Ibero, Fondo PUCP, Fondo UP, entre otras marcas— para darnos cuenta de que han implementado (o renovado) su carrito de compras. Es un cambio reciente que abre nuevos caminos culturales y comerciales.

Librerías en línea: Un sector en crecimiento

Sin duda, esta apuesta por el ecommerce de las librerías tiene su explicación en el crecimiento de la industria de libros en las últimas dos décadas, sobre todo en la más reciente, debido al empuje de la ley de libro y los beneficios tributarios. En la Feria Internacional de Libro de Lima (FIL Lima) del 2019, el ministro de cultura de turno dijo que estamos ante “un sector en crecimiento, con alta potencialidad de retorno económico, cuyos beneficios directos e indirectos son necesarios y han demostrado impactos positivos”.

Razón no le faltaba. Si en el año 2004, apenas teníamos 201 agentes editoriales, en el 2018 este número llegó a los 1,058. Las editoriales independientes también aumentaron de 31 a 43 en los últimos dos años. Ese desarrollo se evidenció en la producción de libros: entre el 2001 y el 2018, el Perú ha pasado de publicar 2,000 a 7,000 títulos.

Además, el interés de la población es notorio. El 13% ha declarado asistir a ferias de libros, mientras el 29.8% (es decir, 3 de cada 10 peruanos) comentó haber adquirido al menos un libro. Todas estas cifras de crecimiento fueron expuestas por el Ministerio de Cultura en el marco de un nuevo proyecto de ley del libro.

Sin embargo, no podemos negar que el nivel de lectura en el Perú aún es bajo en comparación con otros países, pero estos nuevos balances demuestran un interés creciente por los libros que esa frase manida “el peruano no lee” podría quedar enterrada en menos tiempo de lo que uno cree si continúa el mismo énfasis en el fomento de la industria editorial y la lectura.

En ese expectante contexto, hay preguntas por resolver. ¿Cómo mejorar la experiencia de compra de aquellos lectores que buscan libros en Internet y a la vez incentivar los hábitos de lectura en el país? Las librerías, más allá de su afán por vender libros, también tienen una misión educativa y, en ese camino, el marketing de contenidos tiene mucho que ofrecerles.

El contenido más allá de la tapa

Como toda empresa, el propósito principal de las librerías es incrementar sus ganancias a partir de la venta de libros y/o cualquier material literario que distribuyan en sus diferentes canales. Pero, en un país donde el hábito lector no es muy alto, conseguir más clientes puede resultar algo complicado. No obstante, como existe también una alta expectativa por conocer más sobre libros —como ha quedado constatado con las cifras anteriores— la idea es buscar esa conexión e incentivar a la compra.

En ese sentido, el content marketing puede responder a una estrategia educativa y efectiva comercialmente para mejorar, en un mediano y largo plazo, los ingresos de estos negocios. Existen algunos ejemplos, a nivel nacional e internacional, en el que las librerías dan un paso hacia adelante para convertirse en referentes en sus rubros.

  • Shakespeare and Company – Francia

Catalogada como una de las mejores librerías del mundo, Shakespeare and Company es un lugar icónico e histórico, ubicado en París. Creada en 1919 por Sylvia Bleach, atravesó muchos cambios a lo largo de varias décadas —como un cierre obligatorio por orden del régimen nazi— y entre sus estantes han pasado personalidades de la talla de Ernest Hemingway o F. Scott Fitzgerald.

Actualmente, la oferta de esta librería va más allá de la mera venta de títulos. La experiencia incluye eventos, una breve visita guiada y contenido especializado para todo aquel que esté interesado en visitar el lugar o sea un apasionado de la literatura.

Para ello, Shakespeare and Company cuenta con dos herramientas clave: un blog y un podcast. En cuanto al blog, se pueden encontrar una infinidad de artículos variopintos como tips turísticos para realizar en la capital francesa, reseña de libros, difusión de eventos y pequeños textos elaborados por autores independientes de diferentes partes del mundo.

El podcast, en cambio, entabla una dinámica interesante en el que miembros de la librería debaten junto a reconocidos autores temas literarios u obras en específico. Cada episodio dura alrededor de una hora y están disponibles a través de Soundcloud. Claramente, es un lugar que se ha adaptado a los nuevos tiempos.

  • The Last Bookstore – Estados Unidos

Aquí la idea de que el libro impreso está cada vez más cerca a la extinción no tiene cabida. Josh Spencer decidió crear The Last Book Store en el 2005 y desde aquel entonces han pasado por varias mudanzas hasta llegar a un local en pleno corazón de Los Ángeles donde se ofertan más de 250,000 libros, entre nuevos y de segunda mano.

Al igual que en el primer ejemplo, este lugar cuenta también con un blog. Pero en él no se colocan entradas solo por rellenar espació. En Dwarf + Giant —o Enano + Gigante, traducido al español— hay espacio para recomendaciones o reseñas de libros, y conversaciones sobre diferentes temáticas.

Además, cuenta con pestañas en las que se hacen referencias a películas basadas en libros o escritores famosos, libros que están pronto a publicarse y resúmenes de eventos que se han realizado en las instalaciones de este lugar.

  • El Péndulo – México

¿Alguna vez escuchaste el término «cafebrería»? Pues en El Péndulo, ubicado en la capital mexicana, que en los últimos años se ha expandido abriendo otros locales en la misma ciudad, conviven los libros, las tazas de café y diferentes manifestaciones culturales.

Desde su creación en 1993, se ha convertido en un referente para la literatura y música de ese país. Y ese factor diferencial que ha logrado establecer con el paso de los años también lo ha llevado al plano digital a través de un blog.

¿Qué se puede encontrar en esta plataforma? Reseñas, recomendaciones, guías de lectura, entre otros tipos de entradas. Lo interesante es que al finalizar cada texto o cada sugerencia bibliográfica hay un enlace que redirecciona al ecommerce de la librería. Una manera agradable de decir «si te gustó esta reseña, ¿por qué no comprar y leer el libro?».

¿Qué pueden explotar las librerías peruanas en sus estrategias de marketing de contenidos?

Es cierto que el formato blog es, quizá, el más usado por las marcas de este rubro para hablar sobre diferentes temas relacionados a la industria editorial. Sin embargo, hay una variedad de formatos que las librerías y/o editoriales peruanas pueden explotar para diferenciarse del resto. Entre ellos están los siguientes:

    • Booktubers: Con el auge de los «youtubers» también aparecen referentes digitales relacionados a la literatura. En el Perú existen canales como Books con Candela, Sebastián Alanya, Livingworldblog o Leerlo todo que difunden reseñas, entrevistas y diferentes aspectos relacionados al mercado editorial en el país. En plena era digital una manera eficaz de llegar a todo tipo de público es a través de YouTube.
    • Infografías: Hay personas a quienes los textos largos les gustan, pero que también prefieren algo más visual. Para ese grupo existen otras opciones más gráficas como las infografías. Actualmente, hay herramientas que aportan interactividad a estos diseños, haciendo que la experiencia de lectura sea mucho más agradable y didáctica.
    • Y también los textos: Como hemos visto en los ejemplos, un blog dedicado a literatura no necesita solo entradas relacionadas a reviews. Existen mil aristas que se pueden explotar y hacer la experiencia del lector mucho más entretenida, sin descuidar el aspecto cultural y comercial del establecimiento. En un país con gran riqueza literaria y turística como Perú, ¿es posible hacer contenido editorial de calidad? La respuesta es sí.

El marketing de contenidos es una oportunidad de oro para que librerías, editoriales y toda organización ligada al mundo de los libros pueda convertirse en un referente a través de textos, audios o videos de calidad. Ofrecer diferentes experiencias digitales puede ser una alternativa para, además de aumentar sus ventas, incentivar una mayor cultura y pasión por los libros en el país. Al fin y al cabo, en los libros encontramos mil y una experiencias que nadie debería privarse de vivirlas.  Y, además, a más lectores, más compradores de libros.